viernes, 17 de agosto de 2007

Falta uno para el equipo....


Infobae.com estuvo en un entrenamiento del equipo que participará en el certamen que se jugará en Buenos Aires, entre el 23 y el 29 de septiembre. Argentina presentará dos equipos y tiene un jugador heterosexual

Hay camisetas con la 8 de Juan Román Riquelme en el Villarreal, hay otra con la 10 de Pablo Aimar, hay lujos, pierna fuerte y hasta goles de taco. Hay imágenes, en definitiva, que rompen todos los prejuicios y permiten pensar que la Selección argentina gay de fútbol tendrá chances en el Mundial que se jugará en el país.La DAG (Deportistas Argentinos Gay) tiene su equipo, que se prepara con mucha expectativa para el certamen que lo tendrá como anfitrión.El conjunto que conduce Néstor Gammella se entrena en el Polideportivo de Parque Chacabuco, aunque en realidad Argentina estará representado por dos planteles, debido a la cantidad de jugadores.El entrenamiento comienza a las 21 y todos llegan desde sus respectivos trabajos, se cuentan las novedades de cara al Mundial, organizan los amistosos y empiezan con la preparación física.Fernando Pazos tiene 30 años y llega después de haber trabajado como encargado de una tienda de ropa. Fernando es un volante con más garra que fútbol y juega con el equipo desde hace seis meses."Antes había otra gente, era otro ambiente. Por ahí venían de levante. Pero ahora el grupo cambió y hay respeto. Venimos porque nos divertimos. Sabemos que a nivel físico nos falta, pero vamos a poner todo para estar bien para el Mundial", cuenta.Fernando es hincha de Independiente, juega al fútbol con sus amigos en el barrio y confía en que todo "será un éxito". "Yo creo que si no fuera gay iría a ver los partidos, ¿por qué no? Me parece que en ese sentido el país abrió su mentalidad", dice.Todos los jugadores del plantel son fanáticos de este deporte: lo juegan desde chicos, miran todo lo que pueden por televisión y algunos van a la cancha a seguir a su equipo.El equipo se llama los Dogos porque, según el técnico Gammella, los que lo integran deben tener tres cualidades: lucha, coraje y nobleza."El dogo no caza perdices, fue criado para la lucha. Y es como el jabalí, no tiene rivales pequeños. ¿Si tenemos miedo a que nos discriminen? No. Es más, en la medida que nos conozcan, nos van a prestar atención. Y yo creo que Argentina va a jugar la final", se entusiasma.Gammella tiene 51 años y además de técnico es abogado. Cuando se le consulta sobre la actitud tomada por la AFA, cuenta que pidió reuniones con Julio Grondona, pero nunca obtuvo una respuesta.Lo curioso es que el reglamento permite la inclusión de tres jugadores no gays. Como no hay manera de comprobar la sexualidad de una persona, se apela a la buena fe.Jorge Berdun tiene 28 años y es el único heterosexual del equipo. Trabaja en una fábrica de trajes y va al entrenamiento con Cintia, su mujer, quien está embarazada de cinco meses.Mientras él entrena y su equipo gana con un gol de taco del chico que usa la 10 de Aimar, ella explica la situación: "A él lo invitó un amigo y empezó a venir. En un principio no sabíamos que eran gays y de hecho no nos dábamos cuenta. Pero después nos dijeron y Jorge lo aceptó, así que va a seguir jugando con ellos".Jorge y Cintia viajan desde Ciudadela para estar en las prácticas y ella lo acompaña cada tanto. "No es porque tengo miedo de que me lo roben, eh", bromea.Y enseguida se pone seria: "Acá reina el respeto, la buena onda. Eso fue clave para que él siga viniendo. Porque le encanta. Y nadie lo carga, en ningún lado. ¿Si lo apoyo? Claro. Eso sí, no sé qué pasaría si algo o alguien lo hace sufrir por algún motivo. Ahí quizá le pido que no venga más".